Dicen que el tiempo es la cura… pero lo que nadie te dice es que es mentira… que no se puede curar una herida de este tamaño. Uno no puede superar una pérdida tan injusta y tan de repente… aprendes a vivir con ella, aprendes a dejarla un poco de lado. Pero todo es mentira.
Ya he hablado de aquél evento que pasó cuatro años atrás, ese que hizo temblar los cimientos de mi existencia, de mi entorno y de mi mundo. Un accidente de tráfico… injustificable, injusto…
Lo que nadie me avisó es que te vería en los ojos de la gente, te vería en cada gesto, en cada sonido… nadie me dijo que escucharía tu risa en el silencio, que recordaría el brillo de tus ojos, tus manos, tu sonrisa y la forma en que te peinabas… nadie me dijo que aquél día iba a ser el último que abrazaría a mi hermana.
El dolor es lacerante cuatro años después.
Hay cosas que no puedo decir en voz alta, hay cosas que ni siquiera puedo pensar, cosas que no puedo mirar y cosas que no puedo oír. Hay cosas que nunca jamás nadie sabrá de mí. Un día, muy lejano, hice la promesa de que nunca nadie sabría como me siento.
Este es, con total seguridad, uno de los textos más difíciles que he escrito jamás, los recuerdos y las imágenes de aquél día son más dolorosos que cualquier tortura. La vista se me nubla, me seco los ojos, pero las lágrimas no dan tregua y se deslizan por mis mejillas una tras otra.
Su cumpleaños está cerca… y cada año pienso en su regalo. Cuanto más se acerca la fecha, más difícil se vuelve todo, más negro lo veo todo.
El dolor no se va, y yo solo pienso en estar contigo, en contarte las cosas como antes, en coger el teléfono y escuchar tu voz, decirte que te quiero. No puedo acostumbrarme. Solo quiero reunirme contigo y q todo esto sea un mal sueño.
“Deja de comportarte como una niña” siempre me digo… “Llórala en silencio y vuelve a tu vida, porque el mundo no se va a parar por ti ni por nadie.” Y eso es lo que hago cada día.
Posiblemente este sea el último post que escriba, no se si será un adiós o un hasta luego, pero hay cosas, hay objetivos, que han perdido un poco el sentido. Creo que se he perdido el rumbo de todo esto. Estoy segura de que Cruzavias seguirá adelante.
“Quizá bastaba respirar… solo respirar muy lento”
L.P